Asertividad: clave en la universidad y en el trabajo
1. Asertividad en el aula: hablar para aprender En el entorno académico, ser asertivo al participar en clase permite expresar dudas, argumentar ideas y aportar al grupo sin temor al juicio. Muchos estudiantes no participan por inseguridad o miedo a equivocarse. Practicar frases como “No entendí esta parte, ¿puede repetirla?” o “Mi opinión es diferente, pero respeto su punto de vista” ayuda a ganar confianza y construir un diálogo respetuoso. Recomendación: Practica leer en voz alta frente al espejo o graba tus participaciones para detectar áreas de mejora en tono, claridad y postura. 2. Asertividad profesional: decir lo que piensas sin dañar En el mundo laboral, comunicarte con respeto pero con firmeza evita malos entendidos y mejora la productividad. Por ejemplo, en lugar de decir “Esto está mal”, una frase asertiva sería: “Creo que podemos mejorar esta parte si ajustamos este detalle”. Este tipo de lenguaje cuida la relación y mantiene el enfoque en la solución. Reflexión...