Asertividad: clave en la universidad y en el trabajo
En el entorno académico, ser asertivo al participar en clase permite expresar dudas, argumentar ideas y aportar al grupo sin temor al juicio. Muchos estudiantes no participan por inseguridad o miedo a equivocarse. Practicar frases como “No entendí esta parte, ¿puede repetirla?” o “Mi opinión es diferente, pero respeto su punto de vista” ayuda a ganar confianza y construir un diálogo respetuoso.
Recomendación: Practica leer en voz alta frente al espejo o graba tus participaciones para detectar áreas de mejora en tono, claridad y postura.
2. Asertividad profesional: decir lo que piensas sin dañar
En el mundo laboral, comunicarte con respeto pero con firmeza evita malos entendidos y mejora la productividad. Por ejemplo, en lugar de decir “Esto está mal”, una frase asertiva sería: “Creo que podemos mejorar esta parte si ajustamos este detalle”. Este tipo de lenguaje cuida la relación y mantiene el enfoque en la solución.
Reflexión personal: Al principio me costaba trabajo decir que no en el trabajo. Pero con práctica, aprendí que una frase como “Ahora no me es posible, pero con gusto lo puedo hacer después” me permitió establecer límites sin ser grosera ni cerrarme a colaborar.
Citas APA
.Caballo, V. E. (2007). Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta (6.ª ed.).
.Lara, M. A. (2022). La comunicación asertiva en el entorno laboral. Revista Iberoamericana de Psicología Organizacional y del Trabajo, 8(1), 35-42.
.Linehan, M. M. (2018). Manual de habilidades de DBT para el tratamiento del trastorno límite de la personalidad. Editorial Desclée De Brouwer.
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